En la sociedad actual, la aparente despreocupación social con la que compartimos nuestros datos impacta directamente en la seguridad de la información que publicamos.
¿Cómo se ha adaptado la sociedad la revolución tecnológica de las últimas décadas?, ¿Cómo afecta a las organizaciones la percepción social? Y ¿Qué pueden hacer las empresas para evitar las amenazas derivadas de la despreocupación social por los riesgos que entrañan las TIC?, son algunas de las cuestiones a las que se intenta dar respuesta en las siguientes líneas y que toda organización independiente de su tamaño debe tener presente.
Desde que en 1946 se construyese el primer ordenador totalmente digital de la historia con unos 63 m2 y 27 toneladas de peso, hasta nuestros días en los que dispositivos de muñeca son capaces de realizar infinidad de funciones y en los que contamos con dispositivos móviles con sistemas operativos de última generación que nos comunican con cualquier parte del mundo, se ha llevado a cabo, en poco más de 70 años, una revolución tecnológica a pasos agigantados, que continua día a día su avance, ofreciendo a la sociedad tecnologías emergentes prácticamente a diario, con capacidades altamente desarrolladas a fin de hacer más fáciles las acciones de la vida cotidiana. Son las denominadas TIC, Tecnologías de la Información y Comunicación.
No cabe duda de que la globalización tal cual la conocemos, fue potenciada por la aparición de internet, desde la época de los 90 en los que comienza su expansión mundial, y con esta el desarrollo de las TIC, la sociedad obtuvo su punto de apoyo para la interconexión a nivel mundial que permitió el desarrollo y aceleración de la economía global y las relaciones internacionales, asentando las bases para el desarrollo de la actual sociedad de la información.
En esta sociedad interconectada, en la que prima la velocidad de las comunicaciones y la transmisión continua de la información y los datos, donde internet prácticamente se ha convertido en un bien de primera necesidad y en la que continuamente estamos transmitiendo y recibiendo información mucho más rápido incluso de lo que nuestro cerebro puede procesar. Hemos evolucionado adaptándonos a esta realidad en la que de manera cotidiana las TIC son parte de nuestra vida, hasta el punto en que la red se ha convertido en la principal fuente de transmisión de información y comunicaciones a nivel mundial.
No obstante, este contexto de continuos avances tecnológicos, digitalización, globalización de la información, evolución de las comunicaciones y flujo continuo de datos, no solo ha traído beneficios, también ha supuesto la aparición y el desarrollo de nuevas amenazas para la sociedad y sus individuos derivadas de la despreocupación social. Los delitos tradicionales han evolucionado a la par que las tecnologías, los delincuentes se han adaptado modificando sus modus operandi, e incluso diseñando nuevos métodos de delincuencia afianzados en las TIC, potenciando la cibercriminalidad.
A su vez se ha visto diezmada la privacidad del individuo en virtud del avance tecnológico, y la incapacidad de control debido a la velocidad de transmisión y la descentralización de la información. El mal uso de las tecnologías y en particular de las redes sociales ha derivado en una vulnerabilidad continua a la intimidad individual y en la continua exposición de la vida privada de los individuos mayoritariamente a motu propio. Las personas publican a diario todo tipo de información sin ser conscientes de las consecuencias de sus actos. En definitiva, la llamada sociedad de la información se enfrenta día a día a los riesgos que la misma evolución tecnológica ha ayudado a generar.
Esta falta de concienciación general y despreocupación social se refleja en las empresas a través de los individuos que la conforman, sus empleados. La percepción del individuo, el “no pasa nada”, “esas cosas no me pasan a mi” son uno de los principales factores de riesgo para las organizaciones, diversos estudios han demostrado que hasta el 95% de los incidentes de seguridad son derivados de un error humano, siendo un factor determinante a tener en cuenta para la seguridad de toda organización.
Puesto que actualmente no cabe duda del hecho de que la información es un activo clave e incluso vital, es primordial promover y mantener una cultura empresarial que favorezca la seguridad de la información, las buenas practicas y el buen uso de las TIC. Dicha cultura solo se consigue a través de la definición e implementación de un correcto plan de formación y concienciación integral que abarque todos los niveles institucionales, desde los directivos hasta el ultimo eslabón en el organigrama.
No sirve de mucho contar con unas políticas y procedimientos definidos para cumplir con los requisitos legales y contractuales o con sistemas y herramientas de ciberseguridad punteras en el mercado, si todos los eslabones de la cadena no están concienciados con los riesgos que atañen a la organización en seguridad de la información, puesto que la rigidez de una buena estructura de seguridad se mide por su eslabón mas débil.
Global Technology cuenta con un equipo de profesionales especializados en identificar las necesidades formativas de cada organización en materia de seguridad de la información, independientemente del sector empresarial en el que se desenvuelva, realizando e implementando planes de formación y concienciación adaptados a los distintos niveles institucionales, que aseguren además del cumplimento normativo, el aumento de la cultura empresarial en esta materia, disminuyendo así uno de los principales riesgos a los que se exponen todas las organizaciones.
Somos una compañía especializada en Seguridad, Ciberseguridad e Inteligencia empresarial, que mediante los últimos avances tecnológicos, garantizamos la seguridad y confianza que nuestros clientes necesitan.